Riopar Viejo: Antiguo núcleo principal, con alrededor de 1100 metros. Situado 3 km al Noroeste de Riopar, en lo alto de un cerro coronado por un castillo en ruinas que hace las veces de cementerio. Actualmente cuenta con 1 habitante y acoge numerosos turistas que se alojan en casas rurales. Ofrece unas preciosas vistas. Sus calles están restauradas con piedra vista. Su antigua iglesia del siglo XV, del Espíritu Santo hoy remodelada, su plaza y su cementerio hace hoy un lugar de visitas. Riopar viejo quedó despoblado en el siglo XVIII debido a la creación de las "Fábricas de Bronce", los trabajadores se trasladaron y quedaron muy pocos habitantes, así surgió Riopar.


Recreacion digital de como era el castillo segun imagenes de archivo


Hoy


Hoy centraremos nuestra mirada hacia el castillo o lo que hay entre sus muros inexistentes. Un lugar de enterramientos, un lugar en el que aquel que no podía costearse un entierro en el cementerio era enterrado entre los muros del castillo.
Los enterramientos no guardaron una simetría y las tumbas fueron hechas donde le parecía mejor a cada familia.







Al cruzar esa puerta de hierro enrobinado y encontrar esas primeras tumbas te invade un sentimiento de tristeza, ver esas tumbas muchas de ellas sin lapida y con una cruz de hierro algunas de ellas de madera, hace que te des cuenta lo duro de la vida que soportaban en aquellos años pasados.
Entre esos muros inexistentes del castillo se esconden para la eternidad unas historias de silencio y muchas historias de olvido.



En lo más alto de aquel lugar hay una planicie en la que se enterraron a varios vecinos posiblemente pensando que allí tan alto estarían más cerca de dios.





Un lugar de enterramiento olvidado por el paso de los años, donde no existe camino y solo unas sendas hechas por el paso de los turistas, nos encontramos decenas de tumbas entre las hierbas y en cualquier rincón totalmente olvidadas y estamos seguros que muchas de ellas ni siquiera tienen ataúd.




Exploradores de Misterios estuvo allí rindiendo un homenaje a aquellos olvidados por todos, pero descansando ante los ojos de Dios. 

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